Juan Pablo Martínez
LA TIERRUCA
lea003 DIGITAL 2012
1. La Tierruca (44:36)
LA TIERRUCA es el resultado de la amalgama de una serie de registros sonoros captados en Cantabria, zona situada entre el Mar Cantábrico y la Cordillera Cantábrica en la zona norte de la Península Ibérica. Este paseo sonoro tiene una intención puramente intimista y personal; se compone de una sola pieza sonora donde la intención es plasmar el paisaje sonoro de algunas de las zonas de Cantabria que más me han inspirado y me han acunado durante mi vida.
Las grabaciones, al estar realizadas bajo un punto de vista personal, están registradas desde lugares y situaciones donde yo con o sin grabadora en mano tantas veces me he reunido con el “todo” por decirlo de alguna manera, lugares muchas veces específicos donde me siento a contemplar… a contemplarme. Estos lugares elegidos se encuentran en la zona costera de Ribamontán al Mar, como son Galizano y Loredo; también realicé registros en Santander. Obtuve grabaciones en zonas del interior como el mágico Pico de las Nieves en el Valle de Guriezo, grabé en la Vega del Pas, Potes y en la zona de Picos de Europa.
Los registros sonoros fueron recogidos durante una semana y editados día a día según los iba recogiendo, con lo cual están casi cronológicamente montados sin ninguna intención en particular.
Este recorrido sonoro, pensado para escuchar con auriculares, empieza con el sonido que la mar emite y que acoge grietas y pequeñas cuevas para darle un sabor distante, acogedor y nostálgico que en cierto momento pasa a ser algo espeso y aislacionista; posteriormente se escuchará el suave susurro de los bosques costeros y de los habitantes de los verdes y casi fosforescentes pastos cántabros, para luego regresar al más enfurecido mar a los pies de los acantilados. Dando un salto sonoro escucharemos el casi omnipresente chirimiri y la suave lluvia que moja de nuevo el sonido de los campanos y campanillas y finalmente el sonido de la música que siempre unió a las gentes de los pueblos, grabado en un lugar que aún recoge en muchos rincones tiempos pasados: el valle de la Vega de Pas.